Tras ejercer sus funciones en una isla del sur de Italia, un joven sacerdote es destinado por sus superiores a una parroquia de Roma. Allí se reencontrará con su familia y con sus amigos e intentará, en la medida de sus posibilidades, cambiar las cosas; pero el fracaso lo acechará, y su posterior crisis personal y profesional le harán cuestionarse su labor dentro de la Iglesia